Días grises en Estocolmo

Volvimos a Estocolmo y dejamos la nieve y el hielo. Aquí nos ha recibido unos días húmedos, grises, con viento y algo de lluvia por las tardes. Hemos paseado aunque el tiempo no acompañaba y también hemos ido algo de compras. Bueno más bien hemos ido, comprar no hemos comprado casi nada. En Suecia ya han empezado las rebajas, desde el día 26 de diciembre y esta todo el mundo como loco en las tiendas, centros y calles comerciales. Es curioso que en muchas estaciones de metro según sales te encuetras un centro comercial y no tienes ni que salir a la calle, y claro, con los días que hace, pues lo entiendo, además de librarte del frío tienes muchas más luz y te puedes hacer a la idéa de que fuera es de día. Cosa que no es así. A las 15 horas es completamente de noche y como por el día tampoco ha salido el sol y está todo gris es un poco triste. La mayoría de los días después de las 17 de la tarde no sabemos que hacer, ya hemos paseado, comido, tomado un café con su tarta (fika, como se dice en sueco) y poco más queda por hacer a no ser que seas un loco de las rebajas y vayas de compras, pero como no es nuestro caso, pues o nos vamos a casa o seguimos dando un paseo, aunque sea bajo la lluvia.
Una cosa que me encantada de Suecia son las Konditori, son panaderías-pastelerías donde te puedes tomar tu café, zumo, te y demás con miles de tartas, kanelbulle y todas las riquísmas cosas que preparan. Lo malo es el precio y menos mal que no vivo aquí sino acabaría siendo una foquita con el colesterol por la nubes. Por dos pedazo de café con leche (kaffelatte) con dos pedazos de madalenas (muffins) gigantes o tarta, se paga unos 14 €. Claro que por dos cervezas de 50 cl te cuestas de 6 a 12 € todo depende del grado de alcohol de dichas cervezas y esto en un sitio normal no en un pub que entonces pagas más, lo de salir a tomarte una cañita pues como que no se estila tanto, allí sales de cervezotas y para dejarte tu dinero, sobre todo sino tienes el salario sueco, como es mi caso y el de muchos Españoles.
Día 31 nos vamos a España a comernos nuestra tortilla de patatas en la nochevieja y ver algunos capítulos de la tercera temporada de la serie How I met your mother, que estoy enganchada.

Nochebuena en el norte

Aqui estamos en el norte de Suecia para ser más exactos en Sollefteå.
Hay cosas que han sorprendido y llamado la curiosidad aquí. La primera la cantidad de regalos que han tenido mis sobrinas, tantos paquetes que ni ellas mismas saben lo que tienen. La segunda es que aquí en Suecia (o por lo menos en esta casa) se dejan los regalos al lado del árbol o en el saco durante todo el día o del día anterior. Si hubiera pasado eso cuando yo era pequeña no quedaba ningún regalo sin abrir.
Una cosa que todo el mundo hace este día es, estar a las 15:00 pegados a la televisión para ver los tradicionales dibujos (lo de todos los años) el pato Donald, mientras la mesa está rebosada de cosas como glögg (vino caliente con especias) galletas de gengibre, bolas de chocolate, knäck (caramelos caseros) y otras cosillas todas realizadas por la familia. Esto antes de cenar, toman todos estas chucherías para dos horas después comer todo lo que llevan cocinando toda la semana.
Después de esto viene la visita de Tomten (Papa Noel). Papa Noel reparte los regalos que hay al lado del árbol y en cada regalo hay una etiqueta que pone, Feliz Navidad para "el nombre de alguien" te desea "quien hace el regalo". Eso me ha hecho mucha gracia, los niños saben que Papa Noel no compra los regalos sino que es la familia, y les hace mucha ilusión que venga Papa Noel a repartirlos, hasta casi se lo creían que era el verdadero.

Comer comimos como cerdos, claro que habia un montón de cerdo en la mesa, se come jamón cocido con 5 tipos de mostaza, patitas de cerdo, lengua de buey, antes de esto hemos saboreamos riquísmos diferentes tipos de arenque, ensaladas, salmón marinado con salsa (gravlax), quiche riquísimo de puerro, Janssons frestelse ("La tentación de Juanez", típica comida sueca hecha con patata, anchoas y nata, todo al horno), también estaban las típicas köttbullar (albóndigas suecas, que seguro que muchos habéis probado en Ikea). Y bebidas raras para los niños como esta de frambuesa que me encanta su vieja etiqueta.