Ahora mismo estaré subida al avión rumbo Marrakech. Estaré tres semanas recorriendo un poco Marruecos. Envolverme con sus olores a especias, arena, mar, cuero, tintes, couscous, pincho morunos y té con menta. No sé si desde allí algún día escribiré algo en el blog, supongo que no, soy muy dada a desconectarme de todo en mis vacaciones, adiós al ordenador, al móvil, a casi todo. Solo mi cámara, mi cuaderno, la guia de viajes (esta vez gracias mi compi MRM).
Estoy deseando estar ya sentada en la plaza de Djemma El-Fná, con un té en la mano, charlando con algún paisano y disfrutando del paisaje y la gente, ver como montan los puestos de comida y comer, beber los zumos de naranja, ver a los encantadores de serpientes (que yuyu), a los contadores de historias que por desgracia no entenderemos, pero aún así seguro que nos maravilla. Eso y mucho más espero vivir y luego contároslo.
