El lunes pasado estuve viendo la pélicula japonesa Still Walking en los Golem, aprovechando que me la iban a quitar ya que lleva mucho tiempo en cartelera.La película transcurre en un día de verano en el que unos hijos ya adultos visitan a sus ancianos padres, que han vivido durante décadas en la residencia familiar. El hijo y la hija vuelven, junto con sus respectivas familias, para una reunión inusual con el fin de conmemorar la trágica muerte del hijo mayor, que se ahogó por accidente quince años atrás. Aunque la casa y el menú de la madre apenas hayan variado con el paso de los años, se aprecian ligeros cambios en cada uno de los miembros de la familia. Se trata de la típica familia en la que el amor ha de convivir con resentimientos y secretos. Las decepciones familiares, las aspiraciones que tenían tus padres de ti y no lo has conseguido o no has querido y encima les engañas para no decepcionarles más.
Una película en la que te sumerges en la vida japonesa y aprendes mucho de esa cultura, como veréis están todo el día comiendo y casi no hay señales de cariño. Curioso para los latinos que somos más besucones y afectuosos.
Una película altamente recomendable.
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