Ayer vi esta película francesa del director Jean Becker. La película transcurre en la campiña, en un pequeño pueblo. Un pintor regresa a su pueblo natal y allí contrata a un jardinero, que resulta ser un amigo de la infancia. Se retoma esta amistad entre dos personas completamente diferentes un poco por la curiosidad de ambos. Esta nuesva amistad que se crea es preciosa y necesaria. Una película con toques de nostalgia a la vida tranquila y simple en el campo, donde las preocupación que se tienen son las fundamentales de la vida y no las que muchas veces nos creemos tener los habitantes de las grandes ciudades. Destacar las actuaciones de los actores, del maravilloso Jean-Pierre Darroussin y de Daniel Auteuil. Un película sencilla, llena de encanto.
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