domingo, 27 de enero de 2008
El árbol de la esperanza
El viernes estuve en la sala cuarta pared viendo esta obra de teatro, con textos y direción de Laila Ripoll.
Una obra que trata de la vida de Frida Kahlo una mujer extraordinaria, de arrolladora personalidad, pintora y esposa del mayor pintor mexicano de la época, Diego Rivera. Esta vida es una sucesión de amor, dolor, sufrimiento, arte y política. Amante de León Trotsky y admirada por Picasso, Breton, Duchamp, Kandinsky y todos los intelectuales del momento, Frida Kahlo y su obra triunfaron en el París prebélico de 1939 y en Nueva York, donde fue reconocida como una de las más grandes pintoras mexicanas de todos los tiempos.
Inválida, postrada en una cama de por vida, utilizó su pintura para expresar su dolor, sus angustias y su pena. Un terrible accidente, a los 16 años, le destrozó la columna vertebral, obligándola a llevar durante toda su vida unos dolorosos corsés de yeso que la torturaban. Frida utilizaba la pintura para exorcizar su dolor y el talento transformaba el exorcismo en obras de arte.
Maravillosamente interpretada por Amaya Curieses, un gran trabajo lleno de emociones, donde abunda la palabra.
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