martes, 1 de julio de 2008

De vuelta (Marruecos)

Que hay de nuevo viejo!!
Parece que ha pasado muchísimo tiempo. Estas tres semanas, han cundido tanto, que además es en el único viaje que no me ha importado volver a casa. Extraña sensación! No sé si ha influido en que el último día me fuí por la patiña, no creo por que NH tenía también ganas de regresar, y no por ir a currar, pero si pisar nuestra casa.

El viaje tengo que resumir para no dar el coñazo, os pongo alguna fotillo mía pero cuando tengamos la página de viajes actualizada ya os lo diré.

Marrakech es para vivirla, lo único que tiene y es la plaza, pero es increible se te pueden pasar la horas tontan arriba en una terraza viendo lo que sucede abajo con un increíble te a la menta o abajo bebiendo un rico zumo de naranja por 30 centimos de euro. Eso si, me defraudó un poco, tenía demasiadas expectativas. Creía que iba a ser más bonita con arquitectura más alucinante. Y no, además no es nada fotogénica, es para vivirla y punto.



Los pueblos del desierto con sus kasbas una pasada. Dormir al raso en la dunas solo cubierta bajo el manto de las hermosas estrellas es una sensación maravillosa, deba pena dormirse. Me sentía dentro de una película del planetario, no sé si te sientes grande o pequeña, solo sentía paz y felicidad. Estuvimos un buen rato esperando el espectáculo ya que había mucha luna y hasta que no se escondió en una duna no pudimos ver las estrellas. Hasta allí fuimos y regresamos en camello en un paseo de más de dos horas cada día.


Los oasis y todo el vergel que surge por los cursos de los ríos es precioso, una sensación de vida, un gota de agua una vida. Sobre todo en el Valle del Draa que lo tienen cultivado de miles de frutales, palmerales y según dicen los mejores dátiles de Marruecos. El valle del Dades me encantó, allí hicimos una rutita con Mohamed el dueño de un hotelito precioso que os aconsejo llamado Cascades dades, en el km. 10. Y nos preparó luego un comida riquísima, en la que podían comer 6 personas en vez de 2.
foto del Dades.

El valle del Todra mola para hacer rutitas y sobre todo hace escalada, pero una pena que en medio del cañón haya hoteles y miles de puestos y gente dandote el coñazo. Pero si uno madruga lo puede disfrutar para el solo y eso es un placer.

foto del Todra.

Volvimos a Marrakech por una carreterita que cruza el Atlas, que va de Skoura a Demnate, que no transcurre vehículos y se pasan por poblados preciosos, algunos abajo del todo entre montañas, otros arriba que casi ni se apreciaba que había casas ya que eran iguales a la montaña, y según pasabamos salían los niños y gritaban - Bonjour, Bonjour, saludado con la mano, que ricos, me hubiera quedado ahí con ellos unas cuantas semanas y seguro que es algo que haré. Para patear esas preciosas montañas.

Luego fuimos a Essaouira, ciudad conocida por el viento constante que hace. En la playa no se puede estar si no es para hacer windsurf o darse un paseo, como el que nos dimos nosotros de unos 7 kilómetros de ida, hasta un cabo y para ver una fortificación Portuguesa ahora en ruinas y comida por la arena.

Anochecer en Essaouira








De ahí nos fuimos a El Jadida, y es un descanso, por que aquí solo hay turismo marroquí y no viene nadie a darte la plastada. Tiene una pequeña ciudadela portuguesa con su preciosa y fotogénica cisterna.
A 5 kilómetros de aquí hay una preciosa playa en Sidi Bouzid donde van los jovenes autóctones y en esta las jovenes si van en bikini no como en otras, eso si mucha mujer de más edad va a la playa vestida con su pañuelo en la cabeza.



Luego fuimos para el norte y visitamos Rabat que su kasba es muy bonita y tiene rincones chulos y la ville nouvelle muy cuidada con edificios oficiales muy chulos, la ciudad más limpia de todas.




Fes, que ya no es lo que antes era, o lo que me habían contado, creo que ha perdido un encanto. Ahora ya no te pierdes en la medina, ya que hay 4 ó 5 rutas que te guían con colores, yo fuí un viernes y muchos puestos estaban cerrados, la medina me gustó mucho. Ya tampoco te encuentras a tantas personas quiriendo se pasar por guías, la polícia ha sido muy dura aquí. La ville nouvelle no nos gusto nada, además según dices las mujeres de Fes son las mejores cocineras pero nosotros no las encontramos, fué donde peor comimos y donde más nos tangaron.



Nuestro rumbo continuaba yendo hacia el norte y esta llegamos a Chefchaougen que nos encantó, sus calles, color azul indigo, sus montes, su gente, era un poco andalucía pero con aire morusco, y eso es precioso. Volveremos para patear el rif. Aquí solo son cansino los marroquies intentando venderte Quif del Rif, pero como no fumamos na' de na' pues nos los quitabamos bien y no eran demasiado plastas, unos te decian: tengo cosas rica otros quieres caca....











Luego nos metimos en un bus barato y destartalado que nos llevo durante 4 horas hasta Meknes. Allí volvimos a estar a 45 grados como en Fes. Meknes es la ciudad amurallada por excelencia, tiene 25 kilómetros de murallas, una plaza muy animada y estuvimos relajados y muy bien.





Fuimos a Volubilis una ciudad romana muy bien conservada y preciosa, que está a unos 40 kilómetros de Meknes, es más Meknes se construyo ya que en Volubilis no se cabía y el Molay Idriss decidió irse y crear Menkes. Volubilis está llena de ruinillas, moisaicos y todo lo que uno se espera de una ciudad romana en ruinas que debió de ser la leche, y super grande.






De ahí Meknes nos fuimos en tren a Casablanca. Allí estuvimos en un vagon con el doble de Enrique Iglesias, pero este más guapo, me dio ganas de sacarle una foto para que lo vieraís pero me dío cosa decirselo.

En Casablanca no tuvimos un amor a primera vista, más bien lo contrario, comimos en un sitio una ensalada y una fritura de pescado, y esta creo que fué la que me cayó como el culo, y nunca mejor dicho.
Por la noche nos fuimos a cenar al restaurante La Skala o café Maure, un lugar muy bonito un poco fisno, pijo y claro más carillo, eso quiere decir que nos costo como 30 euros los dos.
Y la noche la pase mal por el dolor de estómago y de cabeza que me estaba entrando, por las voces y el partido de futbol que se estaba jugando debajo de nuestro hotel. Y a las 7 de la mañana salí corriendo a la planta segundo al toilet europeo ya que me iba por la patiña, y así estuve toda la mañana. A las 11:20 nos piramos del hotel, íbamos a haber ido a visitar la mezquita y a hacer alguna compra pero como estaba así nos fuimos directos al aeropuerto. A las 18:20 salía nuestro vuelo. Y ya llegué y hogar dulce hogar, y por fin en mi baño, hasta el lunes que he estado jodidilla. Continuo con dolores de estómago y algo de cabeza, espero mañana ya estar casi recuperada.

Nosotros hemos ido de tiradillos y a sitios bastantes baratos, los hoteles por media nos costaban unos 12 € la habitación doble y el comer entre 8 a 12 € y algún lujo que nos dimos algún día de 20 a 30 euros, los dos claro. El transporte también es muy barato, cosa que no entiendo por que la gasolina está más cara que aquí.
Y que más deciros que, lo plastas que son los marroquies pero eso ya lo sabéis y que todo lo hacer por el Dirham. La gente me decía son muy hospitalarios, pues yo no lo ví, lo son si hay money por medio y a eso no lo llamo hospitalidad. Sentí a la gente de Brasil mucho más hospitalarios.
Me ha gustado pero no me ha maravillado, no he venido tan alucinada como otra gente, hay cosas que me han encantado, otras que me han cansado y estar todo el día pendiente de me van a tangar cansa....
Espero no haberos aburrido mucho.

1 comentario:

sacris dijo...

¡¡Que envidia me da tu viaje!! Ya quisiera yo, aains... quizás algún día

1bsto!