Un puente extraño

Es viernes, y festivo. Aunque yo no lo sienta, ya que al estar de baja y llevar una semana sentada en el sofá pues no necesitaba este descanso. Ya estoy mucho mejor de las heridas, algunas costras se me han caído al lavarlas y con la pomada se me están curando bien. Las cervicales van bastante bien yo creo, claro que no estoy haciendo ningún esfuerzo.

El miércoles y jueves llamé a dos talleres de bici que hay cerca de mi casa y no me cogieron el teléfono, yo creo que están de vacas, así que mi bici está sin arreglar, esto me fastidia, ya que no concibo ir a currar sin ella.

Estos días he estado leyendo, viendo algunas pelis de la biblioteca como la francesa Borrachera de poder, que no está mal, la española la educación de las Hadas, tierna película de José Luís Cuerda y Fur (retrato de una obsesión) que no estaba mal.

También me ha entretenido Nadal, yo quería hacer boicot a los juegos olimpicos pero al final me he tragado 3 partidos de Nadal, el de hoy con el espectacular serbio Djokovic ha estado fenomenal, he gritado, saltado en el sofá, sufrido... y sonreído. Enhorabuena, Nadal, que gran partido. Por lo general no me gusta ver el deporte en la TV, y el tenis es de lo poco que aguanto.

Eso si, que triste es nuestra programación no hay nada interesante.

Por cierto, Rayuela no me está enganchando nada, pero ahí sigo, me resisto a dejarlo, aunque en medio me he leído La Pirámide de Mankell.