lunes, 21 de diciembre de 2009

Tres meses en Peru y último del voluntariado

Este tiempo en Alca ha pasado muy rápido. Será que lo he pasado muy bien, en parte y gracias a María mi compi de Barcelona que es un cielito.
El último mes he estado dando clases de teatro a los niños de secundaria y esto ya me gusta más, me vacilaban un montón pero como se les coje cariño.
Me ha sorprendido que son super tímidos casi más que los niños de Cahuana y los más revoltosos en mis clases se lo pasaban a lo grande y aprovechaban a hacer todo lo que en otras clases no les dejan. A estas edades todavía les cuesta un montón hacer ejercicios con el sexo opuesto, hasta darse la mano, ya ves y eso que en estas zonas muchas ya son madres a los 12 años.


Este mes también he aprovechado para hacer excursiones, ahora que una ve que el tiempo se la acaba hace todo rápido. Siempre dejando todo para el último día.


Me fui de excursión a Pampamarca, que nos encantó, subimos al bosque de Huito que es precioso.

Este fin de semana fuimos Livi, Rosalva y María, nos lo pasamos a lo grande todo el fin de semana riéndonos y eso casi causa un ahogamiento en la cena con la sopa.


Al siguiente fin de semana nos fuimos dos días de excursión a Caballo, Rosalva, María, Oscar, Manuel y el guía de Piramarca Felipe, y con la ayuda de un burro que subía las provisiones, eso si, bien le costaba subir. Subimos por Piramarca hacia la zona de Huaynacotas, para ir al bosque de piedra de Santo Santo. Una gran experiencia esto de ir a caballo, ha sido algo que me ha encantado, y ahora sueño con tener mi propio caballo. Cuando llegamos a los 4.300 mtrs, hacía mucho frío allí comimos con vistas a una laguna, llegamos a las 16h a la cueva en la cual íbamos a dormir. Una cueva pequeña con estiercol de caballo, como dice María dormimos con almohada de mierda de caballo. Hicimos nuestra sopa que entró de maravilla, charlamos un rato y preparamos las "camas". Hacía bastante frío así que dormimos todos bien apretados, bueno lo de dormir era un decir, más o menos dormir. Al día siguiente seguimos nuestra ruta, vimos el bosque de Santo Santo y de regreso a Alca.
En la vuelta nos hizo de todo, llovió, granizó y la gran bajada la tuvimos que hacer sin los caballos y eso me dejo sin rodillas. Al bajar la gran montaña nos subimos a los caballos, y entramos en la plaza de Alca al galope, fue super divertido. Gracias a Oscar por dejarme a su precioso caballo, al cual bauticé como Babieca.


Mi fuiesta de despedida fue muy divertida, aunque había algunas ausencias nos lo pasamos fenomenal, gracias a María y Angel por organizar todo, y a Rupico por dejarnos sus bungalows para la fiesta, allí con la hoguera y con las canciones de mi querido Sandro Polanco.

El penúltimo día fue de despedidas, subí a Cahuana a despedirme de los niños con lágrimas en los ojos, como el cielo que descargó bastante en la altura. Los niños decían que me iban a jalar de los brazos y piernas para que no me fuera. Que ricos! Mi última noche me costaba dormir solo de pensar en dejar todo eso.


Ha sido una gran vivencia, tanto amor incondicional que he recibido y he entregado no tiene precio.
Me alegro mucho que con mis clases los niños ahora sean menos tímidos y mas participativos en el resto de clases, y que piense un poco mas por si mismo y no aprendan todo de memoría y que algunos hasta han aprendido algo de inglés.


Mi idea por ahora es de poder volver, pero no lo sé (borrar), el tiempo lo dirá.

Eso si, gracias a todos aquellos que han hecho que me sientiera mejor que en mi casa y sin tener ninguna de las comodidades con las que aquí cuento. Gracias

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