lunes, 4 de enero de 2010

Viaje a Perú parte III

Realicé el camino Inca, el camino Real, el tradicional. El trekking más realizado de Sudamerica, una experiencia maravillosa.
El primer día se sale del Km. 82 y el recorrido que se hace es muy suave, un maravilloso paseo en el que a lo lejos ves las ruinas de la ciudad de Llactapata y se llega a dormir al campamento de Wayllabamba, donde nuestros porteadores lo tienen todo preparado, las tiendas y están preparando la cena. El grupo con el que me tocó hacer el trekking fue estupendo, cada uno de un país diferente y allí se hablaba de todo, con muy buen rollo, buena honda. La noche no dormí muy bien ya que la tienda de campaña estaba un poco en pendiente y me iba cayendo y cayendo.
Segundo día es el más duro, te levantas sobre las 6.00 y te pones a caminar, una gran subida tienes hasta por fin alcanzar el paso de la mujer muerta (Warmiwañiusca) es la altura más alta del camino 4.215 mtrs.
La subida como todas cuesta pero no veas que alegría cuando llegas arriba después de 6 horas andando, y sobre todo y más alegría si tienes la suerte de no tener nubes que cubran el bello paisaje, a mi me duró poco la claridad, al rato se cubrió y la bajada de 2 horas la hice cuando el cielo estaba chispeando. Llegamos al campamento de Pacaymayu.
Tercer día un día largo pero con una ruta preciosa, empezamos subiendo hasta Runkurakay, después de visitar sus ruinas un bello paisaje nos deslumbra. Una bajada hasta Saycmarca, pasando por una laguna que tiene la forma del mapa de Sudamérica. De ahí vemos las ruinas de Qonchamarca, el sol dos acompaña y hace un día precioso.

El camino se hace estrecho y pasamos por un túnel inca, según llaman, un hueco en medio de la roca, precioso! .
Fue gracioso cuando vi este arco iris, ya que me emocionés y metí un grito, ahhhh, arco iris, y delante mío iba una Peruana con su marido Australiano, y esta iba despacio y con miedo en la bajada, y con mi grito creía que me había caído o algo, y la pobre que sustos se llevó, estuvimos toda la tarde riendonos, Andy, NH y yo. El paisaje es medio amazonico, con montañas verdes de profundos bosques.
Pasamos por la ruina de Phuyupatmarca y en sus cercanías vemos un lindo ciervito De ahí ya solo nos queda una pequeña bajada al campamento de Wiñaywayna. Llegué la primera al campamento y mi tienda también era la primera, que bien, tenía ganas de quitarme las botas y darme un agua. Cenamos, dimos propina a los porteadores y nos despedimos de ellos. Y a dormir pronto que al día siguiente se madruga.
Cuarto y último día a las 4 de la mañana estábamos desayunando y a las 4:45 en la cola para entrar por el control de pasajero que abren a las 5:00. Una vez pasado nuestro guia empieza a acelerar el ritmo y nos dice que si queremos subir a Waynapichu tenemos que llegar pronto ya que sino nos quedamos sin números, así que empecé a medio correr, éramos el segundo grupo por pasar el control y no queríamos que nadie nos adelantara, la subida hasta el Intipunku (la puerta del sol) se hizo pesada, cuando llegamos a ese punto ya era de bajada, 2 americanas, yo, 2 franceses y un danés íbamos a todo correr por esos caminos empedrados, mojados y con riesgo de caernos, nos adelantaron dos personas, era como una competición pero nos reíamos de pensar en lo que estábamos haciendo, una locura, una verdadera locura. Cuanto más lo pensaba más me reía. Llegamos a Machupichu sin darnos cuenta de lo que habíamos dejado atrás. Los turistas japones y de otros puntos nos veían bajar con nuestras mochilas en la espalda, con sudor y a todo correr, y nos dejaban pasar pensando estos locos de donde vienen. Y nosotros medio gritando, riendo y corriendo al puesto de entrada. Conseguí el número 89 y 90, se dan hasta 100. Con todo mi sudor y cansancio me senté esperando a que bajara NH.

Después de esta aventura visitamos con nuestro guia Hugo la ciudadela de Machupichu y a las 10:00 empezamos a subir a Waynapichu, con la medio decepción de que dejaban pasar a gente sin número, me alegre por nuestro amigo argentino Andy, que no lo tenía, y de los franceses que tanto correr y se detuvieron a sacar una foto a una llama y ya perdieron el número, anyway, con o sin carrera, como locos nos hicimos la super subida a Waynapichu, que si antes no has hecho el trekking de 4 días, pues no es nada, pero sino es la gota que colma el vaso.

Eso si, las vistas desde arriba son impresionantes y una vez que estas arriba dices, Ostia, si merecía la pena!!!
Machupichu es impresionante una de las maravillas del mundo, lo ratifico.

2 comentarios:

sacris dijo...

Que envidia de viaje, ¡vaya paisajes!

Niklas Hansson dijo...

La verdad es que era un trekking impresionante, y conocimos a gente muy simpática. Merece la pena, aunque en algunos trozos las piernas ya casi no respondían...