martes, 12 de febrero de 2008

Sábado de rutilla

Hacía tiempo que no escribía, y no es que no haya hecho cosas, que si, solo que no encontraba el momento ni tenía demasiadas ganas. El primer fin de semana de febrero estuve en Burgos ya que fué el cumple de mi hermana mayor (y como pasa el tiempo que de pronto son años....), y lo de Burgos como casi siempre es lo mismo ni lo cuento, tapas, cervezas y riberas del duero, fué carnavales así que gente disfrazadas, chirigotas, actuaciones y buen ambiente en el frio Burgos (bueno frío por la noche por el día hacía inusualmente bueno).
Este sábado 9 nos fuimos a estirar las piernas y coger "aire puro", también a estrenar mis nuevas botas y para que Pato y Charles hicieran algo de ejercicio, así que escogimos una rutita suave. La senda de los miradores o también conocida la de los alevines, en Cerdedilla. Desde la zona recreativa hay que seguir los puntos naranjas, 10 km unas 3 horas, poco desnivel, muy fácil.
Hacía un día maravilloso parecía más mayo que febrero, el suelo seco como nunca, la tierra pedía agua a gritos, nos dejaba unas imágenes de un septiembre después de una caluroso agosto y recuerdo a todos, estamos en febrero.
Madre mía!!! se me caé el alma a los pies al ver esto. Aun así disfrutamos de nuestra salida.
Arriba en el collado había algo de hielo-nieve en las zonas sombrías pero todo lo demás seco, seco, seco. En la bajada hicimos una parada para comer, que bien sabe toda la comida en el monte! Será por que al tener "aire puro" y abrirse las fosas nasales saboreamos más la comida???. Cuando estabamos ya casi acabando aparecieron 4 vacas que estaban rumiando lo seco que se encontraban por el camino. Al retomar el camino de bajada íbamos jugando a las palabras encadenadas tan metidos en el juego que dejamos de ver puntos naranjas, así que seguimos los amarillos de vuelta al área recreativa, osea, que hicimos unos pocos kilometros más, con la duda de Charles y Pato de que seguro que lo habíamos hecho aproposito ya que la ruta era floja.
Llegamos al área recreativa y estaba plagado de gente, autobuses, miles de niños, gente echandose la siesta en la pradera como si la primavera hubiera llegado.

1 comentario:

Hipo dijo...

Que verguenza en la montaña y no en Lavapiés de cañas, ya decía yo, bueno por esta podré perdonarlo pero a ver si retomamos las buenas costumbres
Un beso